¿Cómo cuidar tu salud mental en el trabajo?

¿Se te hace difícil mantener la concentración o sueles explotar de forma exagerada ante eventos que no lo ameritaban? ¡Cuidado! Algunas de estas situaciones pudieran ser señales de alerta sobre tu salud mental. 

¿Se te hace difícil mantener la concentración o sueles explotar de forma exagerada ante eventos que no lo ameritaban? ¿Has perdido el interés por cosas que antes te emocionaban o prefieres estar sólo en casa en lugar de mantener una vida social activa?  ¡Cuidado! Algunas de estas situaciones pudieran ser señales de alerta sobre tu salud mental. 

La salud mental es vital para el bienestar integral de las personas. De ella depende la forma en que pensamos, sentimos y actuamos en los distintos aspectos de nuestra vida. En palabras de la OMS, la salud mental es un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial y puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma proactividad y fructífera y puede aportar algo a su comunidad.

Sin embargo, a pesar de ser tan importante, la salud mental suele ser subestimada. Sabemos más acerca de un dolor físico ya que son más simples de identificar y los tratamientos muchas veces pueden ser replicables y aún así funcionar. Pero qué pasa cuando nos encontramos con pensamientos, sentimientos o emociones que nos producen malestar o sufrimiento psíquico?.

En muchos casos, se naturaliza. Negamos lo que sentimos en un “aquí no ha pasado nada” o simplemente se entiende como algo que forma parte de la vida cotidiana y aceptamos que nos acompañe por el resto de nuestros días. 

Lo que da paso a una bomba de tiempo, que puede estallar en cualquier momento y con cualquier persona. De allí la importancia de mantenerla estable, tanto para el bienestar de nuestros familiares y comunidad como de nosotros mismos, ya que una enfermedad mental puede transformarse en enfermedad física. Por ej. los trastornos mentales pueden aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiacas.

¿Qué puede interferir con la salud mental de las personas?

Contrario a lo que muchos creen, las enfermedades mentales no son exclusivas de aquellos que presentan condiciones patológicas, escuchan voces o “viven en otro mundo”, sino que es más bien un estado de equilibrio entre la persona y su entorno sociocultural. 

En este sentido, cualquiera de nosotros y en cualquier momento puede desestabilizarse por diversos motivos. La pérdida de un ser querido, una mudanza, un entorno laboral complicado, o la insuficiencia de recursos para el día a día, son sólo algunas de las situaciones cotidianas que, de no manejarse correctamente, pueden llevarnos a un desequilibrio mental. 

En este post en particular (y considerando que somos un portal de empleo) queremos destacar especialmente a las enfermedades mentales producto de entorno laborales complicados. 

De hecho, hicimos una encuesta para nuestra comunidad en Linkedin, donde casi 4.000 personas indicaron que el exceso o escasez de trabajo junto con las malas relaciones laborales, eran por lejos los mayores causantes de su estrés laboral. 

¿Cuáles serían las señales de alerta respecto a la salud mental en el trabajo?

Cuando se trata de personas y emociones puede ser complejo identificar qué es normal y qué no lo es. Sin embargo, hay una serie de señales a los que deberíamos prestar especial atención ya que pueden ser signos de que algo no anda del todo bien:

  • Baja productividad: a veces la baja productividad puede estar enmascarando otros síntomas como la ansiedad o el insomnio que producen un cansancio excesivo en los trabajadores, es importante ser honestos con uno mismo y reconocer si la falta de interés es porque ya no queremos estar en el equipo de trabajo o se debe a otros factores más profundos. 
  • Poco equilibrio entre la vida personal y laboral: al contrario del punto anterior, en este caso la señal de alerta se produce cuando dejamos de interesarnos en actividades extralaborales que solíamos disfrutar. Todo es trabajo y nada más importa. El aislamiento y la poca o nula comunicación con otros puede hacer mella en la salud mental de las personas. Lo ideal es el equilibrio entre ambos mundos.
  • Dificultad para tomar decisiones: cuando existe una sobrecarga de trabajo y el estrés aumenta nuestro cuerpo se siente amenazado y por consecuencia nos ponemos ansiosos. En este estado, tomar decisiones se vuelve complejo.
  • Dolores musculares: como mencioné más arriba, a veces la mala salud mental puede transformarse en mala salud física. El estrés suele somatizar en cuello, cabeza, espalda. Si sientes los músculos de estas zonas contracturados, puede ser una señal de estrés laboral. 

¿Qué podemos hacer para mejorar?

Ante todo, entender que todos en algún momento podemos presentar problemas de salud mental de mayor o menor gravedad. En algunas ocasiones bastará con generar nuestras propias estrategias para estar mejor (como las que mencionaremos más abajo) y otras veces será necesario desnaturalizar nuestros padecimientos y aceptar que debemos pedir ayuda profesional. 

Dicho esto, te comparto algunas estrategias que pueden servir para disminuir los problemas de salud mental en el trabajo:

  1. Identifica lo que gatilla tu estrés laboral: lleva registro durante una semana o dos de las situaciones que te crean estrés. Anota quiénes son las personas implicadas y cómo reaccionaste a ello. ¿Es la carga de trabajo? ¿O la falta de claridad en las funciones? ¿es la relación con tu jefe o equipo? Dependiendo de cuál sea el gatillante podrás tomar las acciones necesarias, pero para ello, primero debes identificar el problema. 
  1. Direcciona el estrés saludablemente: en vez de buscar evitar el estrés laboral, trata de tener formas de drenarlo saludablemente, por ejemplo con el ejercicio que es un gran liberador de estrés. Además asegúrate de realizar diariamente actividades que realmente disfrutes, así tendrás un mayor equilibrio entre tus niveles de estrés y tus niveles de endorfinas. 
  1. Pon límites: si tú no marcas los limites, otros lo harán por ti. Con el riesgo de que asuman que puedes hacer más cosas de las que deberías. Sobretodo en el mundo actual donde las nuevas tecnologías crean la ilusion de que un trabajador debe estar siempre disponible. Es importante marcar los limites entre tu vida laboral y personal. 
  1. Delega: si el exceso de trabajo es uno de tus gatillantes entonces busca apoyo en tus compañeros delegando algunas tareas o directamente conversa con tu jefatura para llegar a nuevos acordes que sean beneficiosos para ambas partes.

 Si continúas sintiéndote sobrepasado con la carga laboral y ya has intentado con todas las tecnicas mencionadas, quizás sería una buena idea hacer terapia con un profesional que te ayude a gestionar el estrés de forma más saludable.

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Por: Rosmery Cumana – Growth Specialist en Trabajando.com

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